miércoles, 19 de octubre de 2011

Lo difícil se hace fácil...

¿Y por qué dices que no? Mira su foto y dime que no sientes nada. Habla con él y dime que no sientes nada. Acércate a él y dime que no sientes nada. Piensa en él y dime que no sientes nada…
Dime, ¿A que todos los días te acuerdas de él? ¿A qué todos los días algo te hace recordarlo?...
Si no te pasa nada de esto, muy bien, lo has conseguido. Ya no lo quieres. Has podido olvidarle. Pero si cumples estas premisas, no te engañes, aún lo amas.

La complejidad del amor esta en descubrir lo simple que es. No intentes engañar al corazón. No pienses con la cabeza, sólo déjate llevar y lo demás está de más…

Piénsalo, no hace falta que me digas nada...

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